La campaña impulsada por el ex Beatle, Paul McCartney, llegó al país de la mano de la Unión Vegana Argentina (UVA). La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la declaró de “Interés Ambiental”. Desde el campo se mostraron en desacuerdo y aseguraron que, en nuestro país, el aporte de la ganadería vacuna a las emisiones totales del planeta es de solo 0,15 %.
Una nueva discusión de instaló desde que la Legislatura Porteña declaró de “Interés Ambiental” la campaña internacional “Lunes Sin Carne” promocionada por el ex Beatle, Paul McCartney, y que en Argentina es motorizada por la Unión Vegana Argentina (UVA).
La campaña alienta a las personas a no comer carne los lunes para mejorar su salud y ayudar al planeta. Cualquier persona puede participar y sólo debes eliminar todo tipo de carne de su plato un día a la semana.
Hoy la campaña está presente en más de 40 países, desde el año 2003 miles de ciudadanos de todo el mundo se han sumado a los “Lunes Sin Carne” y actualmente las escuelas públicas de Los Ángeles (EE.UU.), Nueva York (EE.UU.), Sao Paulo (Brasil) y Medellín (Colombia) se adhirieron a esta iniciativa.
Para Manuel Martí, presidente de la UVA, la declaración “es un pequeño gran paso, porque están reconociendo la incidencia de lo que comemos, que es lo que plantea la campaña. Esto significa que la legislatura reconoce la incidencia de negativa de la industria de la carne en el planeta, los animales y la salud. Si no pueden dejar de comer proteínas animales, aunque sea déjenlo de hacer por un día”.
La contracara
En el mundo se utilizan 2.000 millones de hectáreas de praderas y pastizales para la producción de ganado, de los cuales 1.300 millones sólo pueden ser pastoreados y no utilizarse para cultivos destinados al consumo humano. En nuestro país, el aporte de la ganadería vacuna a las emisiones totales del planeta es de solo 0,15 %.
Ante la declaración de interés ambiental por parte de la Legislatura Porteña de la campaña “Lunes sin carne”, desde el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) remarcaron que “nuestro sistema de producción mejora la fertilidad del suelo, evita la erosión y es beneficioso para la biodiversidad. Además, la carne vacuna es un alimento de alta calidad, rico en nutrientes esenciales como los aminoácidos de alto valor nutritivo que nuestro cuerpo no puede sintetizar en las cantidades adecuadas”.
Además, remarcaron que la ganadería vacuna “no es parte del problema sino parte de la solución”.